AUDÍFONOS: CAUSA PRINCIPAL DE SORDERA.

Las lesiones auditivas son cada vez más habituales entre los jóvenes

El aumento de la contaminación acústica y el uso inadecuado de reproductores de música, son algunas de las causas del aumento de la pérdida de audición

J. C. Chinchilla

El aumento de la contaminación acústica en los núcleos úrbanos durante las últimas décadas y el incremento de la exposición a altas intensidades de ruido, ya sea por razones laborales o de ocio, está originando que sea cada vez más común la aparición de lesiones auditivas en personas de 35 y 40 años que antes sólo empezaban a padecer personas de entre 50 y 60. 

El jefe del Servicio de Otorrinolaringología (ORL) del Hospital General de Ciudad Real, Juan Crespo, explica que en general eran personas mayores las que acudían a la consulta por problemas de defecto audición y que en la actualidad se está observando que son cada vez más jóvenes las personas que visitan la consulta con problemas de oído. 

En este sentido, el doctor Crespo comenta que antes la media de edad en que comenzaban los problemas de audición provocados por el ruido se situaba entre los 50 y 60 años. En la actualidad se estima que esa edad se ha rebajado notablemente, “y ahora los problemas empezarán en los hijos 10 o 15 años antes respecto a cuando comenzaron sus padres”. 

Causas 

Uno de las causas de este aumento de lesiones auditivas es el uso inadecuado de los antiguos walkman, los cada vez menos habituales discman, y los actuales reproductores de música MP3, alcanzando algunos de ellos los 139 decibelios, que superan holgadamente los 80-85 dB a partir de los cuales pueden producirse daños auditivos irreversibles. 

El doctor Crespo explica que cuando se usan este tipo de aparatos en la calle, “aunque el que lo escucha diga que lo tiene muy bajito”, para superar los 75 dB de ruido ambiente que son normales en una calle céntrica y escuchar nítidamente la música, necesitaría situar el volumen del reproductor 20 dB más alto, situándolo entre los 95 y 100 dB, una intensidad que es perjudicial para la capacidad auditiva. Varios estudios estiman que 80 db durante más de quince minutos puede producir daño al oído interno, pero que con 120 dB solo se necesitan 2 ó 3 minutos para que se produzca lesión. 

Además de este tipo de aparatos, el uso de maquinaria ruidosa, sobre todo sin la debida protección, y situarse en los lugares más ruidosos de una discoteca durante demasiado tiempo -llegan a alcanzarse los 120 dB-, son otras de las causas del origen de lesiones en el oído. 

La pérdida de capacidad auditiva por el ruido no es por norma general un proceso instantáneo, sino que se manifiesta a largo plazo, y para su explicación existen varias teorías. Algunas sitúan su origen en la alteración mecánica de la membrana basilar, otras en la vasoconstricción del sistema arterial de la coclea o en el agotamiento metabólico de las células que transforman la energía mecánica de las ondas sonoras en eléctrica. 

Síntomas 

En las lesiones auditivas de este tipo, denominada hipoacusia, se pierde primero la capacidad de oír la frecuencia de los 4.000 herzios (sonidos agudos), por lo que en principio no se tiene sensanción de sordera, pero después esa pérdida comienza a extenderse progresivamente a frecuencias de la voz humana, situada entre 500 y 4.000 herzios. 

El doctor Crespo explica que muchos personas con hipoacusia se dieron cuenta de su lesión porque tenían dificultad para entender una conversación en un ambiente ruidoso. Estas personas, añade el facultativo, expresaban que no tenían dificultad para oír, sino para comprender. 

Otros síntomas que puede provocar el ruido excesivo es la alteración del ritmo cardíaco, alteraciones vasculares vasculares por vasoconstricción, alteraciones digestivas por el aumento de la secrección gastrica, el aumento de la tensión arterial y la tensión muscular. En el apartado psicológico, el ruido puede generar dolores de cabeza, insomnio, inquietud, irritabilidad, pérdida de la memoria y de la atención. 

Pérdida irreversible 

El jefe del Servicio de ORL comenta que la pérdida de audición es irreversible para la que no existe ningún tratamiento, tan solo recomendaciones para evitar el agravamiento de la lesión. En este sentido, subraya que el traumatismo acústico no es un problema bien conocido entre la población, ya que no hay concienciación en la sociedad de que a partir de los 80 dB pueden ocasionarse problemas auditivos. Tanto es así, que según un estudio un 8 por ciento de los jóvenes consideran que la pérdida de audición no es un problema serio, y en cambio, el 18 por ciento opinaba que el acné si lo es. 

Por este motivo, el doctor Crespo, dada la tendencia en aumento de la juventud de escuchar música a un nivel alto en reproductores portátiles de audio, recomienda la realización de una campaña educativa en este aspecto para modificar estos hábitos. Aunque también considera necesario que a nivel mundial las autoridades aborden el crecimiento constante del ruido

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