la continuidad de la historia

Mientras Tania guarda silencio las lágrimas siguen cayendo, a lo que yo le pregunto -¿dime porque pasa esto?- ella me responde, -no se-.  Ahora ella llora con más fuerza, no se detiene, ¿saben algo amigos?, si en algún momento alguien viene a ti y quiere contarte algo, por favor solo escucha, jamás cometas el error de decir, -¡yo te entiendo! ¡yo sé por lo que estás pasando!. Eres un ser humano, un ser humano con limitaciones, que no entiende ni siente lo que la persona esta sintiendo, muchas de las personas que buscan ayuda no quieren necesariamente escuchar un ¡has esto! O ¡has aquello! Dios es tan maravilloso que nos dio dos oídos y una sola boca, eso significa que debemos escuchar más y hablar menos. Saben algo amigos? Hay tanta gente hoy en día que no les importa nada, lo único que les importa es sentirse escuchados, sentirse comprendidos. Así que yo solo escuche, una hora tras otra mientras ella seguía hablando, y llorando. Pero mientras escribo estas líneas, una lagrima rebelde cae por mi mejilla, y me pregunto que me pasa? Porque estoy llorando? Siento un nudo en la garganta no puedo describir lo que estoy sintiendo, trato de pensar que solo es una historia, que ya paso…pero a quien le miento, tal vez si sea solo una historia, un pasado, pero un pasado que en cierta forma ilustra mi vida, es cierto que el pasado, es historia, pero estas dejan huellas, huellas que muchas veces no te dejan ser feliz. Porque será que hoy en día hay tanta gente, que no puede olvidar el pasado, viven con el sentimiento de culpa, sin saber qué hacer con ella. Y  Tenia era  un de ellas, pero ella sigue hablando yo solo escucho, entonces llega el momento cuando ella se calma, ya no puede llorar más, entonces pregunto si todavía podía seguir hablándome más de su problema. Ella dijo, yo cometí un error, un error de cual me arrepiento mil veces, -¡oh sin tan solo pudiera nacer de nuevo!- me decía, a lo que yo pregunte, ¿solo por tu pareja no sabes qué hacer? ella me dijo ¡NO! Siento que todo el mundo se me vino abajo, mi familia se está destruyendo, tengo una enfermedad. Yo solo atiene a preguntarle, ¿qué piensas hacer? Ella me dijo no sé qué hacer amigo, no sé qué hacer, me siento tan desespxxerada que no sé qué hacer, siento que no tengo a nadie, siento que estoy sola, es más –me xdijo- creo que Dios está interesado en que todos sean feliz menos en mí. No saben cómo cada una de esas palabras eran como un dardo para mi corazón, claro la pregunta es obvia ¿Dónde está Dios cuando me pasa todo esto? ¿Porque me tiene que pasar esto a mí? A veces la densa neblina del dolor y las lágrimas son tan grandes que no podemos ver donde esta Jesús. Finalmente Tania termina diciéndome -¿sabes lo que quiero? -¡quiero largarme de aquí, quiero desaparecerme de este mundo! ¡Quiero irme a un lugar donde no conozca a nadie! ¡Solo quiero morir, porque siento que la amo tanto que no puedo vivir sin él! Rápidamente le digo ¿y tu familia? ¿Qué va ser de ellos? ¿Tus estudios, tu carrera, tus amigos, tus hermanos, la iglesia? Ella solo me dice, lo siento amigox, lo  xsiento, pero solo sé que si él no está a mi lado nada tiene sentido. No tengo valor para hacer nada, soy una cobarde que no puedo luchar, solo puedo llorar, nada más, eso es lo único que puedo hacer, porque cada intento por comenzar de nuevo, cada intento por hacer que las cosas funcionen mejor en mi vida, se desbaratan al primer intento, cuando siento que él está lejos de mí.

Ahora me encuentro de pie, el reloj marca 8:00 pm me encuentro desesperado, no sé qué hacer, no sé qué decir, no sé por dónde empezar, ¿cómo le hablo a una joven, que siente que su débil corazón, no le da para más?, ¿cómo le explico que la vida no es dura, sino que nosotros mismos hacemos que la vida se vuelva dura? ¿Cómo le digo que tenga un poco de paciencia? ¿si cada día que pasa ella sufre más? Yo no sé cuántos, en este momento están viviendo el mismo dilema de Tania, no saben qué hacer, no saben para dónde ir, ya has corrido, has llorado, te has herido, miras para la derecha, solo hay muerte, miras a la izquierda, hay hambre, miras adelante ves guerra, miras para todos lados y sientes que no hay salida, te encuentras en un callejón sin salida, entonces te preguntas a dónde voy? Qué hago? Entonces cuando ves que en lo humano no hay salida, dices en tu corazón, ¡para mí la vida se acabó! Ya no doy para más! Esto es lo que le paso a Tania, después que la escuche, trate de ayudarla, trate de darle una salida, pero parece que no vio en la ayuda humana un salida suficiente, como para decidir por ella. Dos días después me entere que ella estaba muerta, que se había suicidado, no puede contener las lágrimas, llore por un momento, mientras me preguntaba ¿Por qué tiene que pasar esto? ¿Por qué jóvenes con mucho futuro comenten este error? Tal vez porque la ayuda del ser humano, no puede igualarse al de Dios. Ella tomo la triste decisión de quitarse la vida, cuando pudo haber luchado.

Nuevamente sigo sentado, la noche se hace más oscura, se me acaba el papel, el pincel ya no da para más, entonces siento que tengo que cerrar esta historia, una historia triste, llena de dolor de lágrimas, pero si bien es cierto que ya nada se puede hacer por ella, podemos sacar un mensaje de esperanza, para nuestras vidas. Amigo (a), yo no sé si estas en la misma situación de Tania, tal vez peor, tal vez tú digas lo que le pasa a Tania es poco, de lo que me pasa a mí. Pero sabes? No importa la magnitud del problema? Lo que sí quiero preguntarte es, que vas hacer ahora? Qué decisión vas a tomar?, crees que el camino de la muerte es la mejor solución? Mira a Jesús, pídele a gritos que te ayude a abrir los ojos y ver cuál es el plan que tiene preparado para ti, solo ve a Jesús, ahora tal vez tú me digas, yo ya fui a Jesús, ya le conté lo que me pasa, pero nada, parece que todo sigue igual, quiero terminar diciéndote esto, solo espera, y veras, recuerda que después de cada noche viene el día, después de la tempestad viene la paz, por sobre todo quiero que recuerdes esta maravillosa promesa, “aquí está la paciencia de los santos” “aquellos que heredaran la vida eterna”. Amen.